REFLEXIONES

Hasta que punto somos solidarios, bajo que circunstancias, cuanto nos dura ese momento?.
Son preguntas que me hago casi a diario. Cuando veo las protestas de muchos, en contra del machismo, la desigualdad, el cambio climático. Pero son fotos de un minuto, instantáneas del momento, que se borran y se olvidan con la misma velocidad con la que se crean.
Pasado ese momento, nos olvidamos de que continua habiendo millones de personas que siguen sufriendo nuestra indiferencia. Que siguen siendo los olvidados y desahuciados de esa sociedad solidaria y a la vez intransigente, que levanta su voz para la instantánea del momento y despues se relaja y olvida en su burbuja de confort.
Olvidados que continuan luchando y muriendo en el silencio de esa indiferencia que obstaculiza su progreso. Gente que no exige, sino que clama por un lugar digno en su existencia. Por que ocultamos su relato? Tras la cortina de una sociedad semiperfecta. Por que no actuamos? Fuera de camara, con la solidez que se precisa.
Quizas por que es mas facil, comodo y menos doloroso, mirar hacia otro lado. No se debe olvidar que desviar la mirada y la atencion hacia otro lado no es la solucion a los problemas. Pero mirarlos de frente, afrontarlos y combatirlos, si propicia puertas a la esperanza, para solucionarlos. No bastan las pancartas y las manifestaciones, que tampoco estan demas, a favor o en contra de. Hacen falta hechos, propiciar cambios de legislacion a nivel mundial y obligar a todos los paises a cumplirlos.
No somos quien, para imponer fronteras a la libertad, ni para negar asilo a quien lo necesita. El mundo no necesita mas dueño que la naturaleza, no necesita consules inquisidores que levanten barricadas en su nombre. No somos nadie, para imponer criterios de supervivencia a ninguna raza. Y menos a nuestros semejantes. Cuando somos los unicos culpables de la degradacion del planeta y en menor medida, pero no sin responsabilidad acusativa, de la extincion de millones de especies que habitan o habitaban en el. Hemos creado una sociedad que se sostiene sobre endebles y falsos valores, truncando la solidaridad por la avaricia, la amistad por el egoismo, la humildad por la soberbia y la tolerancia por la mentira.