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sábado, 9 de julio de 2011

Tan solo un delirio


He navegado en un barco de cristal, surcando mares aún por navegar. He sentido el aliento de las nubes en mi altar, el que riego con sudor y sangre virtual. He crecido en la mentira casual que infundieron a mis antepasados en su aspera realidad, he comido lo que había  en su alacena y he saciado parte de mis instintos. Pero aún así no encuentro una salida, que me ofrezca algo nuevo, una alternativa sin sombra. He sentido el tiritar de tu esbozo, que asomaba timidamente desde la alcoba, quizás reprochando algo que había en el aire, no me he atrebido a entrar por temor a perturbar, la paz de tu reino, que se debatía entre tal y cual. No se por donde marchar, para que no sigan mis huellas, huellas de  deseo, huellas que profanan lo que aun no ha existido, huellas que se borran en el pasado. Y todo para que? Para marchar en solitario,  batirme en retirada,  para no esconder lo que soy, lo que seré, quien sabe hasta donde puedo llegar, si lo único que pretendo es seguir. Nunca nadie ha osado echarme el brazo por encima y dedicarme un lamento que tampoco he querido escuchar,  solo disfruto de mi andadura por la senda, navegando, cabalgando, sangrando y sudando , tan solo pretendo que el día que decida  que rompo el timón,  nadie ose reprocharme, que todo lo que fui, me lo debo a mi mismo. Para bien o para mal.

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